Isidro teaching one of his El Patio classes
Siempre he estado interesado en la brevedad en la literatura pues me parece fascinante poder contar una historia en pocas palabras. Lo que no se dice en un texto estimula nuestra imaginación como lectores para complementar las ideas plasmadas con detalles que pertenecen a la realidad de cada uno de nosotros; también nos deja con el deseo de querer saber más de los personajes que muchas veces no tienen ni siquiera nombre.
Con estas ideas en mente y mientras participaba en un taller de creación literaria en Ciudad de México en el año 2000, comencé a escribir estas historias. Después de haber escrito varias de ellas, me di cuenta de que ciertos temas eran recurrentes y decidí agruparlas en siete secciones: sueños, travesías, persecuciones, entornos, encuentros, identidades y perspectivas.
El proyecto me llevó cuatro años y finalmente, en 2004, la colección de 49 minicuentos y poemas en prosa fue publicada bajo el nombre La travesía de los sueños perseguidos. Acompaña cada sección un dibujo de Eko de la Garza; dibujante, ilustrador y grabador mexicano. Cada imagen representa a un ser que podríamos encontrar en nuestros sueños.
Aquí puedes leer nueve de estas pequeñas historias. Espero que te lleven de la mano por el microuniverso que cada una de ellas simboliza.
I’ve always been interested in brevity in literature. I’m fascinated by the idea of telling a story in just a few words. What is not said in a text stimulates our imagination as readers to fill out the ideas we find therein with details that belong to our own unique reality. It also leaves us with the desire to know more about the characters who often don’t even have names.
With this in mind and while participating in a creative writing workshop in Mexico City in 2000, I began to write these stories. After having written several, I realized that they contained certain recurring themes and so decided to group them into seven sections: dreams, journeys, pursuits, surroundings, encounters, identities and perspectives.
The project took me four years and finally, in 2004, the collection of 49 short stories and prose poems was published with the title The Journey of Dreams Pursued. Each section is introduced with a drawing by Eko de la Garza, a Mexican artist and illustrator. Each image represents a being that we could encounter in our dreams.
Here you can read nine of these short stories. I hope they lead you by the hand through the mini-universe that each one of them depicts.
Todas las mañanas visitaba la ventana de mi recámara. Danzaba de un lado a otro intentando despertarme. Una mañana ya no apareció como de costumbre, o no sé si fui yo quien ya no despertó.
Every morning it visited the window of my room. It danced from one side to the other trying to wake me. One morning it didn’t appear as usual, or I don’t know if it was me who didn’t wake up any more.
La primera vez que la vio fue en Oaxaca y durante quince días viajó con ella. Estuvieron juntas en Zipolite, San Cristóbal de las Casas y Palenque; tenían un pacto de complicidad.
Con el ultimo camión, el que las llevó a la Ciudad de México, llegó también la separación. El viaje fue largo y agotador; cuando el autobús se detuvo, Virginie bajó de inmediato y la olvidó, como si abandonase la melancolía.
Virginie llora por su ausencia y no encuentra otra igual. ¿Qué busca? ¿Sonido, experiencia, calidez, sentido?
Su compañera de viaje no llora ni extraña, sólo se acopla a un nuevo par de manos que, con caricias, hace reaccionar sus cuerdas para crear música.
The first time she saw her was in Oaxaca and she travelled with her for two weeks. They were together in Zipolite, San Cristóbal de las Casas and Palenque; they made a pact of loyalty to each other.
With the last bus, the one that took them to Mexico City, came their separation. The voyage was long and tiring. When the bus stopped, Virginie got off immediately and left her behind, as if she were abandoning her sadness.
Virginie cries because of her absence and cannot find another like her. What is she looking for? Sound, experience, warmth, meaning?
Her travelling companion doesn't cry or miss her; she just adapts to a new pair of hands that, with caresses, make her strings vibrate to create music.
En ese montón encontró una botella de vino sin disfrutar, un condón desilusionado, una carta odiada y un periódico con noticias que ya están en el olvido.
Escuchó una respiración profunda y observó que algo se movía, pero continuó hurgando un rato más. También sacó unos zapatos que presumen haber viajado por todo el mundo; veinte colillas de cigarro llenas de besos, pero no de deseo, y una foto arrugada.
Cuando extendió la foto con curiosidad, aquella respiración se volvió más real, más humana. Una mujer salió de entre la basura y sus labios morados suplicaron: “Tápame con el periódico, porque me muero de frío”.
In that pile, he found a bottle of unenjoyed wine, a disappointed condom, a hated letter and a newspaper full of now forgotten news.
He heard deep breathing and saw that something was moving, but he continued poking around a little while longer. He also pulled out a pair of shoes, proud to have travelled the whole world; twenty cigarette butts, kissed but never desired, and a crumpled photo.
When he opened up the picture with curiosity, the breathing became more real, more human. A woman came out from under the garbage and her purple lips pleaded: “Cover me with the newspaper. I'm dying of cold.”
Pisas la arena que, voluntaria, forma las huellas al percibir la delicia de tus pies. Despierto. Te observo acompañando el ritmo de las olas; el mar, espontáneo, calma su ímpetu ante tu presencia. Despierto. Percibo el esfuerzo de la luna para no opacar la plenitud de tu mirada. Despierto... la arena, el mar y la luna están ausentes; sólo estás tú. Evado el último despertar.
You walk on the sand that voluntarily forms itself into footprints on perceiving the delight of your feet. I wake up. I see you accompanying the rhythm of the waves; the sea spontaneously reduces its force before your presence. I wake up. I perceive the effort of the moon not to darken the fullness of your look. I wake up... the sand, the sea and the moon are absent; there is only you. I avoid the final awakening.
En la travesía por tu cuerpo soy capaz de escuchar tu aroma ensordecedor, de sentir tu mirada penetrante y de observar tu silencio provocativo; también de saborear tus caricias exquisitas y de oler tu sabor aromático.
De lo que no soy capaz, cuando esto sucede, es de saber si este desorden se debe a que te amo o a que mis sentidos están atrofiados.
On the journey over your body, I'm able to hear your deafening aroma, feel your penetrating look and watch your provocative silence; also taste your exquisite caresses and smell your aromatic flavour.
What I'm not able to do when this happens is know whether this disorder occurs because I love you or because my senses are atrophied.
Camino, camina. Corro, corre. Levanto una mano, la levanta. Muevo la cabeza, también la mueve. A veces deja de imitarme por algunos instantes, pero me alegra que sea tan poco original. Existen sombras, con movimientos propios, que matan.
I walk, it walks. I run, it runs. I raise my hand, it also moves its. Sometimes it stops imitating me for a few moments, but I'm glad it isn't too original. There are shadows, with their own movements, that kill.
La noche cayó y el sueño también. Era el momento de buscar una cama, aunque para él cama podía significar casi cualquier cosa. Tuvo que decidir entre la banca de un parque y el refugio creado por un puente. El anciano se acostó en la banca.
La luna era un estorbo para la oscuridad plena, los pocos grillos que habitaban el césped interrumpían el silencio, el viento anulaba la quietud.
Por fin podría relajarse: primero descansaron sus pies, ya sin esos zapatos incómodos; después la espalda. También reposó su corazón y sólo así pudo descansar el cuerpo entero.
“Muerte natural” dictaminará el médico forense.
Los grillos, a manera de luto, dejaron de entonar su música. La noche calló.
The night fell and sleep came. It was time to look for a bed, though for him bed could mean anything. He had to decide between a park bench and the shelter provided by a bridge. The old man lay down on the bench.
The moon was a hindrance to the complete darkness, the few crickets that inhabited the lawn interrupted the silence, the wind disturbed the tranquillity.
Finally he was able to rest: first his feet relaxed, now without those uncomfortable shoes; then his back. His heart also rested and only in that way could his whole body relax completely.
“A natural death,” the forensic pathologist will conclude.
The crickets, as if in mourning, stopped their singing. The night fell silent.
La agonía de la tarde nos ha sorprendido en esta ciudad cálida.
Hermanados con el cielo, más que los que están debajo de nuestros pies, miramos la luna menguante que comienza a exhibirse sin pudor.
Plegarias ególatras ascienden hacia nosotros como si fuéramos dioses y pudiéramos prestar atención a cada ser, como si tuviéramos la potestad de alterar su breve existencia con algún movimiento de nuestros dedos.
El destello exiguo no logra desadormecer los vitrales; mañana el sol hará que cumplan su estático sino.
La tarde agoniza y, con ella, nuestro contacto momentáneo con el único cielo existente. Bajamos de la cúpula para hermanaros con la tierra.
The death of the afternoon has surprised us in this warm city.
United in brotherhood with the sky, more than those beneath our feet, we watch the waning moon that starts to show herself shamelessly.
Egomaniacal prayers ascend toward us as if we were gods and could pay attention to every being, as if we had the power to alter their brief existence with some movement of our fingers.
The meagre light doesn’t manage to rouse the stained-glass windows; tomorrow the sun will make them fulfill their static fate.
The afternoon is dying and, with it, our momentary contact with the only existing heaven. We descend from the cupola to unite in brotherhood with the earth.
“Por favor, permita el libre cierre de puertas, gracias”, se escuchó en el vagón. Más que repleto de gente, el lugar estaba lleno de indiferencia. Las personas, hundidas en sus cavilaciones, no se percataban de la entrada y salida de vendedores, cantantes, luchadores de causas justas, ciegos y niños hambrientos...
El metro frenó de manera estrepitosa; por primera vez alguien captó la atención de todos.
Los vagones fueron desalojados. Cuerpos mudos, caras largas, ojos perdidos, piernas fatigadas y almas apáticas salieron apresurados.
Un cuerpo que aún emanaba sangre yacía en los rieles. Un alma sin hogar se paseaba entre la multitud que maldecía el contratiempo.
“Please allow the doors to close, thank you,” was heard in the wagon. Rather than full of people, the place was full of indifference. The commuters, lost in their deepest thoughts, didn’t notice the coming and going of vendors, singers, campaigners for good causes, blind men and starving children…
The train braked with a loud screech; for the first time somebody caught the attention of everyone.
The carriages were evacuated. Silent bodies, long faces, bewildered looks, tired legs and apathetic souls left in a hurry.
A body, still bleeding, lay across the tracks. A homeless soul wandered through the crowd that cursed the unexpected delay.
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By Isidro Martínez García
September 27, 2017
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